Se ha consumado, no hay nada que hacer, el maestro Jesús murió y sólo nos queda esperar. Bajará al Seol, mientras nosotros en silencio aguardaremos; con su sacrificio se abre la puerta que estaba cerrada en el mundo espiritual, hay una nueva alianza, es la esperanza eterna.
En la cruz ha muerto y nos ha dado vida, al perder ha ganado. El amor no es amado, sin embargo, su mensaje será seguido y proclamado de generación en generación.
En nuestros corazones hay palabras sin sonido que denotan dolor, tristeza y esa sensación que conocemos quienes perdemos a un ser amado.
Es luto, angustia, soledad y silencio… Se ha consumado y la victoria espiritual es indudable, ahora debemos esperar. Él lo prometió, resucitará.