MUROS Y PUENTES

COCO LA PELÍCULA

Sin palabras, sólo pude balbucear: ¡Qué hermosa película! Y enseguida, el llanto se ahogó en mi garganta al final de la cinta COCO.

Así fue mi experiencia emocional después de ver la película, tanto simbolismo, cargada de afecto y tradiciones, para ser sincero, me cuesta un poco de trabajo entender la forma en la que comprendieron los creadores tan bien nuestra vida afectiva.

Si te animas a disfrutar esta joya cinematográfica, encontrarás momentos memorables, personajes, historias que te harán recordar a «alguien» de tu familia y música que tocará tus fibras emocionales.

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El arte y diseño visual tienen la garantía de PIXAR, pero el contenido es resultado de una cultura y cosmovisión ancestral.

Respetuosa ante la muerte, enaltece los valores familiares y por supuesto es muy divertida, de ninguna manera pretende presentar una cátedra del viaje que emprenderemos todos al «más allá», más bien, deja claro que en ese transitar al «otro mundo» aún puede haber reparación de nuestros actos.

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Personalmente me sentí un tanto halagado por ver en pantalla las tradiciones de mi país, los buenos sentimientos y la importancia de la familia para nosotros los mexicanos .

Mientras el Sr. Trump piensa en hacer muros, Disney hace puentes con México.

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EL TAMAÑO DE LA MUERTE

(Mensaje que jamás será entregado)

Hablar de mi dolor expone mis sentimientos, quien quiera conocerme un poco más podrá asomarse al interior de mi alma y observar que hay un profundo vacío, lágrimas y tristeza. Ni yo mismo sabía el tamaño de la muerte.

Nada vuelve a ser lo mismo, la vida se percibe diferente y el vacío de tu ausencia mamá, sigue presente en cada momento. Papá, no hace todavía ni un mes también de esa triste partida y la añoranza es algo que estoy descubriendo día con día, jamás imaginé que los recuerdos dolieran tanto.

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Pensar y orar por ustedes me hace experimentar una calma inexplicable, repentinamente y como un fuerte golpe, ese pensamiento me traspasa, me enfrenta a la verdad que sin piedad arranca mi aliento, rompe todo mi ser y me recuerda que ya nunca más estarán con nosotros, conmigo.

Claro que tengo esperanza, por supuesto que estoy trabajando para no perder la fe, estoy aprendiendo a gestionar tanto dolor en tan poco tiempo y este mensaje que jamás será entregado a mis padres lo escribo con infinidad de emociones, solo es un ejercicio para levantar los pedazos de mi corazón y darme cuenta que jamás estará completo, aún así, hago el esfuerzo, los levanto y camino, eso es lo que hago, levantar los pedazos que quedan y seguir adelante ¡Eso quiero! ¡Eso estoy haciendo!

Muchas voces a mi alrededor me motivan a seguir, a levantarme, son muy valiosas en este momento, gracias.